12.1.08

24 hour party people


voy en el segundo asiento comenzando por la izquierda pero si se mira el tren desde atras mío; debo tener muy mal aspecto.
en el primer asiento, en el asiento de al lado, una señora lleva abierto el nuevo testamento en corintios pero no lo lee, mira alrededor. recupera, eventualmente, la concentración en las hojitas, pero al tercer intento de sus ojos por seguir los renglones, vuelve a levantar la vista y la pasea por el tren, como buscando algo. parece mentira que nos haya tocado sentarnos juntas, y yo debo tener muy mal aspecto.
las piernas, a esta altura, me pasan factura de lo poco que parezco quererlas. bailando desde la hora del té, a la 1 de la mañana ya quiero prender fuego las botas y hundirme en cualquier sillón, pero my personal papa noel me despoja de excusas al regalarme la incosteable entrada a la tercer y última fiesta del día y no puedo rechazar un regalo; asumo, entonces, que lo que parecía ir terminando va solo por la mitad (es año nuevo, dicen, y yo no me resisto).
en una eventualidad cualquiera, el cansancio sería motivo suficiente para no seguir, pero esta noche hay muchas formas de palear el agotamiento. formas que, aparte, son bienvenidas. la sensación de empatía que flota en el aire, empalagosa pero buscada, ya de por sí se transforma en un elíxir irresistible. el resto viene solo, nada se hacer esperar.
jose besa el dosificador y me lo entrega en reverencia, con una sonrisa; le devuelvo una mueca graciosa que le encanta festejarme y le cambio el regalo por un beso. unos minutos después, las piernas se aflojan y ya tengo menos ganas de sacarme las botas, la música suena bien. según se va repitiendo el ritual, el dolor de piernas, el cansancio y la imágen deseada de mi cama se desvanecen en una nube difusa de luces y caras que me llenan el cuerpo de ganas de bailar sin parar, y eso hago: bailo, sin parar. no solo no me iría a dormir, ahora, sino que me resistiría rotundamente a hacerlo.
la música se mete por mi piel y me lleva a lugares a los que siempre me gusta volver, me hace flotar; esta noche la estrella soy yo. resucitan y vuelven sensaciones de hace un par de horas y ahora también sonrío, floto sonriendo. así, por horas. cada tanto me paro en seco y trato de focalizar, me busco, y cuando (en medio de la vorágine y los delirios estacionales) me encuentro, vuelvo y sigo. todos somos mejores, hermosos y brillantes, brillamos y bailamos como nadie; me cuesta pensar que se pueda ser tan feliz.
debo tener muy mal aspecto, ahora, pero me guardo las reflexiones para la vuelta a casa. ahora no me importa.


4 comentarios:

jc dijo...

Listen to the silence, let it ring on.
Eyes, dark grey lenses frightened of the sun.
We would have a fine time living in the night,
Left to blind destruction,
Waiting for our sight.

And we would go on as though nothing was wrong.
And hide from these days we remained all alone.
Staying in the same place, just staying out the time.
Touching from a distance,
Further all the time.

Dance, dance, dance, dance, dance, to the radio.
Dance, dance, dance, dance, dance, to the radio.
Dance, dance, dance, dance, dance, to the radio.
Dance, dance, dance, dance, dance, to the radio.

Well I could call out when the going gets tough.
The things that weve learnt are no longer enough.
No language, just sound, thats all we need know, to synchronise
Love to the beat of the show.

And we could dance.

J.D

giovan elber dijo...

ya..
todo eso es muy lindo..
muy fuerte..

pero todo es artficial..
así no vale..
yo ya me cansé de esas sensaciones..
a lo largo te vas dando cuenta que son demasiados fragiles para rellenarte..
disfrutalas hasta que puedes..

nt dijo...

ay ustedes los italianos q no entienden los sarcasmos...

jc dijo...

estoy de acuerdo con mi amigo michele. ya es hora q el PP bloquee este blog x apología a las sustancias psicoactivas.